lunes, 23 de noviembre de 2015

Nadar a contracorriente

Nadie se lo plantea, nadie. ¿Para qué? Para nada porque es demasiado difícil como para que se pueda lograr. No hay nadie capaz, ni lo suficientemente valiente, como para hacerlo.

¿Nadar a contracorriente? Menuda tontería, estoy mucho mucho mejor sentado en mi sofá que intentando cambiar un mundo que yo sé que no puedo cambiar. ¿Cómo una sola persona podría cambiar para bien este mundo de mal en el que estamos?

Vivimos en una sociedad en la que la que generalizar está al orden del día.
¿Que no?
No tienes más que mirar el anterior párrafo y encontrar nada menos que tres 'nadie'. ¿Acaso eso no es generalizar? ¿Y qué hay acerca de truncar esos sueños con unas simples palabras? No había terminado el párrafo y ya te estabas imaginando tan a gustito en tu sofá.

Porque nadar a contracorriente no son una serie de hechos que se hayan llevado a cabo o no, es una actitud; una actitud que pasa a ser el motor de todos hechos, una actitud que tire hacia delante aun cuando ni tú mismo puedas hacerlo.

Y sí, puede que una sola persona no sea capaz de cambiar el mundo, pero de las personas se aprende y una actitud no es difícil de demostrar. No se trata de convencer a nadie, sino de demostrar que si se puede se quiere.

Cuando alguna vez tenemos que afrontar algún compromiso que parece imposible, el truco suele estar en plantearse pequeñas metas para así ir llegando cada vez más cerca del objetivo.

Así que sí, tú no puedes cambiar el mundo, pero sí puedes cambiar a tu mundo. No puedes conseguir que deje de haber hambre o pobreza en el mundo, pero sí puedes tratar de mejorar tu entorno y hacer de tu mundo un mundo mejor.

No dejes de sentirte grande por el hecho de que se generalice, porque si tú quieres ser grande y lograr grandes cosas, depende solo de ti.

jueves, 5 de noviembre de 2015

Tu vida

Y es en días como los de hoy cuando comprendes la importancia real de tus problemas.

Una vez escuché una frase que decía algo así como que el problema de pasar un límite era dónde volver a poner el límite.

Muchas veces pecamos de eso, pero otras pocas lo hacemos a la inversa, sin llegar al límite. Le damos demasiada importancia a problemas que no la merecen y los situamos en nuestro límite; límite emocional, límite sentimental, límite profesional, límite personal...

¿Qué pasará cuando llegue el día en el que llegue un problema que de verdad supere ese límite?

No vengo a decirte que tus problemas no son importantes, ni que no les des importancia; vengo a decirte que vida tienes una y que la aproveches al máximo.
Solo tú sabes sabes cómo es tu vida, pero piensa si podrías vivirla mejor, sin preocuparte menos y divertirte más, llorando menos y sonriendo más.

lunes, 14 de septiembre de 2015

Orica Greenedge

Dos policías de la comisaría de Málaga entraron hace unos días en una tienda de objetos de segunda mano. Uno de ellos se percató de un objeto tremendamente infravalorado, una bicicleta de carretera, una de esas con las ruedas finitas.
En primera instancia se sorprendió porque tan sólo pedían 120€ por ella.

Resultó ser la bicicleta de Simon Gerrans, corredor del equipo profesional Orica Greenedge, una bicicleta cuyo valor real roza los 12.000€.

Tan fácil hubiera sido pagar esos 120€ y haber hecho negocio con ella.. ¿Cuánto podrían haber ganado? ¿6.000 malvendiéndola? ¿10.000€ con un poco de paciencia?

Fueron a comisaría y denunciaron el robo. Pocos días después ha sido entregada al equipo. Olé por los policías.

jueves, 6 de agosto de 2015

Cipcas


Aprendes con el tiempo que nada es para siempre, que aquellas personas las que juraste amor eterno se esfuman como si nunca hubieran estado a tu lado.
Es curiosa esa capacidad que tienen algunos para hacer como si nada hubiera pasado, como si esos tres meses, quince meses o cinco años no hubieran existido. Es curioso, y extraño a la vez, porque no lo entiendo y no sé si es lo correcto y por tanto envidiable, pero no añoro esa cualidad.
Y sí, claro que duele, duele ver cómo fallas una y otra vez, y cuando parece que te vuelves a levantar... Otra vez. Puede que las primeras veces no, pero con el tiempo terminas pensando que eres tú el problema, que tanta gente no puede estar equivocada.
No hay palabras para terminar este escrito porque tampoco las hay para esas personas que han sido tus hermanos, los pilares de tu vida y ahora ni te hablan.

lunes, 3 de agosto de 2015

Ciguatanejo

'La esperanza es algo muy peligroso, puede volver loco a un hombre'.
Reconozco que la primera vez que escuché esas palabras de la voz del prominente Morgan Freeman, poca importancia le presté, y toda fue dirigida a tumbar dicha frase porque.. ¿Cómo la esperanza va a volver loco a alguien?
Al pensar en esperanza, lo primero que se te viene a la cabeza es algo bueno, algo a lo que aspiras, algo que esperas fervientemente que pase, pero muchas veces no somos conscientes de la fuerza y la potencia que encierran actos y pensamientos que para nosotros son baladíes. 
El peligro no es en sí la esperanza, sino con lo que se puede mezclar, cosas tales como la ilusión o la impotencia. Cuando se unen... Ahí es cuando la frase cobra sentido.
Sin embargo, de algo hay que morir, ¿no? Si la esperanza no nos va salvar de la muerte, al menos que nos salve en vida. Todo tiene su lado positivo y su lado negativo; puedes hacer lo que quieras, quedarte con la esperanza positiva o la negativa, pero recuerda que Ciguatanejo fue quien sacó a Andy de aquella dichosa cárcel.

lunes, 29 de junio de 2015

Que

Que ser valiente no sea tan caro,
que mejor solo que mal acompañado,
que no me falle la gente que quiero,
que no se vayan de mi lado.

Que no haya más daño ni más dolor infundado,
que se vaya el miedo a fracasar y de paso se lleve al sufrimiento y al pánico.
Que mi suerte no la decidan unos dados.
Que al besar salgan princesas, no sapos.

Que prefiero robar besos que bancos,
que es más entretenido y cuando le pillas el truco tiene su encanto.
Que te adelanto que no quiero conquistar imperios, suena mejor lo de conquistar algún corazón,
que tampoco quiero sacar dieces, mejor sonrisas que salgan sin ninguna razón.
Que no hay mejor estrategia que la improvisación, la naturalidad y que no haya mentiras ni engaños,
que estoy harto de agachar la cabeza después de tantos años,
que lo mejor es que la culpa ni si quiera es mía, no como antaño.
Tan lento y tan deprisa, tan normal y tan extraño.

Que ahora estoy frente a frente con la esperanza aquí sentado,
que me ha prometido un viaje a la luna, juntos, de la mano,
y que eso he hecho, agarrarla fuerte y olvidarme de todo lo que ha pasado.

Que comienzas escuchando 'no cambies nunca' y terminan diciendo 'no te vayas, te juro que puedo cambiar'.
Que hay demasiado odio acumulado que ya no sé paliar,
que tampoco recuerdo eso de sentir afecto porque necesito pasar página, ganar adeptos, ver qué ocurrirá en el siguiente episodio y cambiar de libro.
Ya lo he hecho.
Que no hay nada mejor que susurrarte al oído que lo más perfecto que he visto en mi vida es tu mirada plasmada en los ojos del resto, porque cuando me miras se para el mundo, me obnubilas, no hay defectos.

Que la respiración se entrecorta y el corazón parece que estalla dentro del pecho,
que es un efecto secundario de la nueva droga que recorre tus venas,
que es esa por la que ahora pagas y después lloras, a duras penas. Esa droga por la que tu corazón termina herido, maltrecho, aparentemente sin motivo, pero desecho.

Que es muy fácil escribir cuando la inspiración te llena, cuando encuentras motivos, te rodean desgracias o solo sientes pena.

Que lo bonito no es nadar con el resto, sino encontrar a alguien que nade contigo a contracorriente,
que solo comparte tu locura quien la entiende y que si te apoya, si te sigue, si te anima.. entonces es porque te quiere.

sábado, 13 de junio de 2015

Las ovejas no pierden el tren

Creo que estoy lejos de superarlo la verdad, lo que pasa es que al principio te engañas y buscas algo nuevo para llenar tu vida.

En realidad el problema es pretender querer a alguien a quien en realidad no quieres. Lo que quieres es que esa persona te salve y eso no es posible, no es honesto. En fin, un desastre.

Pero el caso es que yo estoy dispuesto a que las cosas me vayan bien. Creo que he tocado fondo y eso es buena señal.